sábado, 9 de abril de 2011

Apocalipsicaos

Nunca me interesó leer sobre las apocalipsis que predican las Sagradas Escrituras, porque para apocalíptico lo que está sufriendo nuestro planeta y todo lo que vive en la biosfera del mismo en las últimas décadas.

Apocalípticos son los volcanes que actúan como válvulas de escape de la Tierra y también los terremotos, contra los que el inteligentísimo hombre poco puede hacer. Éstos provocan a veces sutnamis que a su vez siembran el caos en ciudades e instalaciones como las centrales nucleares de Japón, construidas justo a la orilla del mar en uno de los lugares más símicos del planeta. ¡Genial!

La producción de energía en centrales nucleares son un peligro para la vida; pero aún es más apocalíptico que en siete países del mundo se concentren decenas de miles de bombas atómicas y termonucleares, que si un día a un loco borracho se le ocurre apretar un botoncito, ya ni los ricos podrán seguir siendo más ricos ni los desgraciados ser más pobres.

Todos sabemos que la economía ya está globalizada y también la estupidez humana; pero lo más apocalíptico es que desde la revolución industrial, el consumo de energías fósiles hayan contaminado, de manera progresiva e irreversible, tierra, agua y aire en casi todo el mundo, provocando el efecto invernadero y el cambio climático; lo que produce grandes olas de frío y de calor, inundaciones, huracanes, sequías, incendios, desertización, grandes pandemias, otras enfermedades, hambrunas y mil calamidades más.

A lo largo de la historia de la Humanidad hubo grandes invasiones, cruzadas, colonizaciones y descolonizaciones, aberrantes guerras y holocaustos, revoluciones y contrarrevoluciones. De ellas, la que yo no esperaba ver en vida debido al fanatismo religioso de los musulmanes y que me ha conmovido, es la llevada a cabo en los últimos meses en los países del norte de África y algunos de Oriente Medio. ¡Enhorabuena, ya era hora!

Ahora sólo me queda un sueño. Si el Comunismo ha fracasado después de setenta años de su implantación, por culpa de la burocracia, la gerontocracia y la corrupción generalizada del sistema y si el Capitalismo sólo ha logrado que un pequeño porcentaje de la población mundial posea el 80% de las riquezas de mundo y el resto esté en la miseria más absoluta, pues incluso en los países más avanzados de Occidente y de la OCDE hay millones de pobres e indigentes, ha llegado la hora de hacer una revolución global para eliminar de una vez por todas a la inútil clase política, que sólo está al servicio de los ricos, la usurera banca, las multinacionales, los especuladores insaciables, las explotadoras compañías de servicios y demás poderes fácticos que nos oprimen. Al menos habría que reducirlos a la mitad y también sus astronómicos sueldos; sino estamos perdidos. A ver si es verdad que las redes sociales sirven para algo y no sólo para perder el tiempo escribiendo millones de micro mensajes y otras paridas como tener miles de amigos que no sirven para nada.

Todo esto me preocupa a nivel global, pero me preocupa mucho más la Apocalipsis que se producirá en España dentro de un año cuando se repetirá la historia. Aznar llegó al poder en 1996 ya estaba superada la crisis de los 90 y gracias a la especulación y a la corrupción insaciable de los económicamente poderosos, lograron un período de crecimiento descontrolado que nos condujo al caos de la construcción: ladrillazo o batacazo, que no levantará cabeza en varios años. Después de la foto de las Azores, Aznar sabía que no ganaría las elecciones y se retiró, poniendo en su lugar al más inútil de los que le rodeaban, por si algún día tenía que volver por la puerta grande como los toreros, por eso no puso a Rato; pero le salió tiro por la culata y aún está esperando que se lo pidan. Que espere sentado para no cansarse Apocalipsis o caos es que todos los dirigentes del partido de la oposición sean tan impresentables, demagogos, cínicos, hipócritas y vanidosos; desde el que quiere seguir trabajando y morir con las botas puestas aunque tenga que ir al Senado en una ambulancia medicalizada, el enano salvador que le gustaría volver, el que no le cabe la lengua en la boca y dice siempre las mismas paridas; las cinco del coro: Cospedal, Sáenz, Aguirre, Barberá y Camacho; el anunciador de dentífrico, Gallardón, Arenas, Trillo, Montoro, Camps, Fabra, Correa y los 101 ladrones de su trama. Todos me producen nauseas cuando les veo en los medios de comunicación. No me explico cómo podemos ser tan mongólicos en este país, para votar más a un partido cuanto más corrupto es. Como si les admirasen porque les gustaría hacer lo mismo y son como ellos.

En cuanto a la juventud española, que sigan sin aprovechar las oportunidades de educación y formación que se les ofrecen, incluso obligándoles a estudiar hasta los dieciséis años, y que sigan siendo los más mal educados de la OCDE, los que más se drogan, se manifiestan a favor de botellón para emborracharse, los que malgastan más en teléfono móvil que la familia en alimentos, que pierden el tiempo con juegos para tontos, se aborregan con el fútbol y la televisión y si el trabajo les persigue ellos son más rápidos.

Menos mal que a uno ya le queda poco en el convento y se caga dentro, porque ya le da lo mismo 8 que 80.

Estuve dos meses de observador sin escribir, porque tenía otras ocupaciones más placenteras y estos días decidiré si vale la pena seguir perdiendo el tiempo. Éste lo dirá.

CONSTANTE