El último mes y medio fue muy emocionante para los españoles pobres y humildes, porque los ricos viven en otro mundo y les importa una mierda todo lo que no sea poder económico.
Durante el mes que duró el Campeonato Mundial de Fútbol, España vibró con el buen juego de nuestra selección y con la horripilante sinfonía de las vuvucelas. Pero al finalizar el campeonato me di cuenta que el territorio que en tiempos de los griegos fue denominado Espania, tierra de conejos, ahora se transformó en Agnusia, vistos los corderillos que se manifestaron el mismo día 11 y el lunes, 12. ¡Joder! ¡Cómo se han pasado! Y yo casi sin enterarme, porque he terminado hoy mi Luna de Miel y no quería perder el tiempo en nada que no fuese disfrute personal, para rejuvenecer treinta años.
Hace unos días recibí un e-mail de mi amiga gallega, Teresa de Rivas, que me anima a seguir escribiendo en el blog, y seguiré haciéndolo, aunque no sé si con la misma intensidad que antes; pues visto el resultado del Debate del Estado de
Un abrazo, agnusianos.
CONSTANTE
Amado y fuertemente follado bloguerillo.
ResponderEliminarAnimo hombre, no desesperes, no pasa nada. Tu lo que tienes que hacer es esconder y tapar tus orejitas por los muslitos de tu compa y seguir olvidado del mundo.
La vaida politica es de risa y peripatetica, tan es asi, que ni siquiera merece la pena perder un minuto en ella. Vaya pandilla de chulos de patio de colegio. Ya no saben ni mentir medianamente bien.
Tu sigue escribiendo pero sobre jugosas cosas y no sobre el estiercol diario. Cuenta tus sabrosos polvos y las nuevas habilidades camatorias y lo demas son cuentos de Canterbury.
Un abrazo de uno de tus tres lectores.