Estos días todo el mundo reflexiona cómo le ha ido el año y la década que acaban y se preocupa por si el 2011 será mejor o peor. Peor imposible.
Para las multinacionales y empresas normales, para los bancos, cajas de ahorros, los especuladores insaciables y ricos en general, las cosas no han ido bien, según dicen ellos mismos y sus directivos, porque han perdido de ganar como en los anteriores años de bonanza. Pero los trabajadores y los funcionarios han pagado como siempre los platos rotos, el pato, el pavo, el pollo y el capón, y así seguirá siendo por los siglos de los siglos.
En el mundo se ha globalizado todo: la economía, la contaminación, la información, gracias a WikiLeaks pero especialmente la estupidez humana. Gracias a esta inconcebible estupidez estábamos inmersos en un consumismo descontrolado, sobre todo en España, el país de los triple fanes: fantasmas, fanfarrones y fantoches; pero ahora que la crisis sacudió en forma de terremoto los cimientos del bienestar nos esperan tiempos muy difíciles, sino eliminamos a la lacra política que nos ha metido en este caos debido a su ineptitud. Por eso pronostico que el 2011 será el año de la bancarrota y del consumismo, porque casi todos los desgraciados estarán obligados a ir con su mismo coche, a vivir en su misma vivienda, tendrán su mismo salario o menos, su mismo traje y algunos incluso no podrán pagar las vacaciones ni a plazos.
Pero como no hay bien que por mal no venga, a ver si aprendemos de una puñetera vez a comportarnos con normalidad y dejamos de hacer el fantasma. ¿A quién queremos engañar? Si nos engañamos nosotros mismos como borreguillos.
No me hagáis caso y que seáis muy felices.
CONSTANTE
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Más información en http://www.irisfanclub.com