Eurovisión

En mis años mozos me gustaba mucho el Festival de Eurovisión, pero desde los 80 he pasado olímpicamente del mismo hasta el año pasado, que me impresionó la realización de los alemanes. Este año ya no me gusta tanto, pero tengo curiosidad por saber en qué puesto quedará Engelbert Humperdink, el representante del Reino Unido, que nos demostró lo que es una voz excepcional, a sus 76 años. Eso sí que es cantar y lo demás son cuentos. Como siempre, se dice que España es favorita, aunque al final, se quedará en eso, al final. Ojalá me equivoque, pero es lo que hay. Me gustaría saber qué fue de la representante española del año pasado, que no se la ha vuelto a ver. Fue patética la representación rusa con un grupo de abuelitas y el grupo cubano que cantó por primera vez en la historia del festival en castellano e inglés, representando a Rumanía; teniendo como tienen una de las cantantes modernas más preciosa del panorama mundial de los vídeo clips, Alexandra Stan. Lo que es inconcebible es que la mayoría de los países utilicen el inglés. Luego no queremos que los británicos vayan de chulos y prepotentes. Lo que siento es la vieja, pintoresca e inuniformable Europa vaya económicamente de capa caída, permitiendo la salvaje especulación de los malditos mercados, cuyos dirigentes deberían estar todos muertos, ya que quieren ser los más ricos y más felices de los cementerios. Parece mentira y es intolerable que en el continente haya numéricamente más pobres que nunca y que éstos no tengan derecho a la vida, por culpa de los políticos corruptos y estúpidos que elegimos para que nos gobiernen.