Rajoy el Magno

No sé por qué los presidentes españoles han tenido siempre la obsesión de verse o reunirse con los grandes líderes mundiales. Le ocurrió a Felipe González con Reagan, a Aznar con su amigo Bush y a Zapatero con éste y con Obama. Pero Rajoy tiene más suerte, porque fue recibido enseguida por esos mandamases mundiales, cuando en España sufre el síndrome de La Moncloa, donde está siempre encerrado, dicen que trabajando. No se comprende por qué sufre fobia a los periodistas y al Parlamento. Hace que los ministros defiendan todo lo que presentan y por no querer no quiere ni celebrar el debate del Estado de la Nación impuesto por González poco después de llegar al poder. ¿Por qué no da la cara Rajoy? Porque tiene mucho morro y poca vergüenza. Está ahí sin merecerlo y sin haber hecho absolutamente nada. Encima, nombro a los ministros más inútiles de toda la democracia, que se transforman en bufones en cuanto les colocan un micro delante. Tenemos los gobernantes que merecemos, por tontos.