El Burka y la burla

Ya estoy harto de que los políticos y los medios de comunicación de este país pierdan el tiempo deliberando si las mujeres musulmanas deben llevar la cara descubierta o no. Yo creo que deben llevarla cubierta exclusivamente en su ámbito privado, como si quieren ir desnudas, que más de alguna habrá que lo haga.

Suelen decir que son libres para hacerlo, pero eso no se lo creen ni ellas. Qué más quisieran que poder revelarse contra sus padres, maridos o sus absurdas leyes, pues son muy pocas las que se sienten libres, correspondiendo esa colectividad a las que poseen mayor formación y cultura.

Creo que debería haber una ley estatal para prohibir ir con el rostro oculto, no sólo en los lugares públicos, sino en todas partes. Recuerdo una anécdota de un jefe de personal, a lo que ahora le denominan recursos humanos, que debía elegir una secretaria entre una chica poco agraciada, cargada de títulos y otra muy atractiva que ni tan siquiera sabía escribir. Optó por la segunda y la primera protestó. A lo que el yuppy le respondió: Tú te callas, que para las feas se inventaron los conventos.

En el caso de las mujeres musulmanas, da la sensación de que quieren ir tapadas para ocultar su fealdad, cuando se sabe que las hay bellísimas. El caso es marear la perdiz, intentar imponer sus costumbres, burlarse de nosotros y fastidiar al prójimo, como si ya no tuviésemos problemas suficientes de los que preocuparnos, con la que está cayendo.

Señores políticos. Si ningún ciudadano puede entrar en un lugar público con casco o pasamontañas, se debe prohibir que las mujeres musulmanas lo hagan con sus trapitos y si no lo aceptan que regresen a sus países de origen por donde han venido, que nadie les ha llamado.

Por favor, no perdáis más tiempo en tonterías que no llevan a ninguna parte. Si se les ignorase cuando van con la cara tapada, se le acabarían las tonterías enseguida.

CONSTANTE