Si realmente hemos evolucionado del mono, sí que hemos avanzado, sobre todo desde el inicio de la revolución industrial. En ciencia y tecnología hemos progresado considerablemente, gracias al empeño de grandes tecnólogos y científicos que dedicaron sus vidas al estudio y a la investigación, partiendo de las innovaciones que fueron surgiendo paulatinamente a lo largo de la historia.
No ocurre lo mismo con los pensadores y filósofos actuales, con los arquitectos y otros artistas que no le llegan a la suela de los zapatos a los de antaño.
Lo peor de todo para la humanidad, multiplicada por siete en poco más de siglo y medio, es que cada vez contemos con más políticos inútiles, que se dedican a ese menester porque no sirven para otra cosa, llegando a la cúpula del poder siendo prácticamente microcéfalos, pues no han demostrado su sapiencia en ninguna oposición y lo único que saben hacer es engañar a ignorantes y facilitar que los económicamente poderosos se apoderen de todas las riquezas del mundo. ¡Malditos sean los unos y los otros y quienes se lo permitimos!
Ante esta crisis globalizada, lo mismo que la estupidez humana, estamos perdidos; por eso no me extraña que muchos seres que sufren explotación y calamidades durante toda su vida, se sientan felices a la hora de abandonar este infierno, para no ver lo que ocurre; por aquello de “ojos que no ven corazón que no siente”.
Conclusión: Los ricos y la mayoría de los políticos sólo son buenos después de muertos, porque los cínicos e hipócritas no se atreven a decir lo que piensan, sino todo lo contrario.
CONSTANTE
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