El cinismo de Bush

Yo me considero un hombre serio, porque mi palabra es sagrada y vale más que todos los documentos del mundo. De todas formas, he ido evolucionando con el paso del tiempo y parezco ahora mucho más cachondo mental que a los veinte años, cuando ni me hacían reír los malos chistes y sí las tonterías que se veían en la películas de terror.

De vez en cuando me dan ataques de risa, que son tan buenos para la salud como hacer el amor y hoy es uno de esos días en que no pude aguantar la risa, cuando he visto el resumen de las noticias y escuché que Bush ha lanzado una biografía de sus ocho años de mandato, en la que cuenta que él no era partidario de invadir Iraq. Será hipócrita, mentiroso, falso y cínico. Se cree que los ciudadanos del mundo somos idiotas como él y que le vamos a creer. Limita la narración a los años de mandato, porque no le interesa escribir sobre su pasado de alcohólico y tarado mental. Lo que no entiendo es cómo pudo llegar a ser presidente un individuo tan mediocre. ¿Es lo que merecían los americanos?

Esto me recuerda que todos los vanidosos se enteran de que puede alterarse el pasado cuando comienzan a escribir sus memorias, en las que nunca cuentan la verdad, sino únicamente lo que les interesa.

Y en la noche de las preguntas en Catalunya, le pregunto a ese fantasma ¿por qué desde la anterior guerra, la de Afganistán, todavía no han detenido y ajusticiado a Ossama Bin Laden? No lo han hecho porque era su amigo personal y de su familia. Lobos de la misma camada, por no decir cerdos.

CONSTANTE