sábado, 17 de marzo de 2012

Madrid o Barcelona

Personalmente pienso que Madrid se llevará el gato al agua en el tema de la instalación del bodrio de Eurovegas. ¿Por qué? Porque Madrid es la capital del antiguo imperio y tiene allí concentradas las oficinas centrales de las más importantes empresas nacionales y multinacionales, la bolsa y los bancos, la chusma política, los funcionarios de casi doscientas embajadas y todos los ministerios, los trabajadores de un sin fin de medios de comunicación, una considerable cantidad de pueblos en la periferia, cuya renta per cápita supera el doble del resto de los cristianos, un aeropuerto realmente internacional y una red ferroviaria, de autovías y de carreteras radiales que la hacen ser una capital privilegiada. De nada de esto puede presumir Barcelona, aunque cuente con un puerto de mar muy importante, pero la zona metropolitana está de llena de ciudades y pueblos que ya son considerados cementerios de almas vivientes e industrias desmanteladas, como las textiles. También debemos tener en cuenta que en los últimos años, desde que los cruceros se han masificado, los que tienen mucho poder económico ya son minoría en los mismos, porque no les gusta el aborregamiento ni soportar durante semanas las tertulias insustanciales de gente inculta y vulgar. Además, si tenemos que importar la mayoría de la energía que consumimos y hemos tenido que construir varias potabilizadoras, para paliar los efectos de las sequías que se irremediablemente se avecinan, pienso que ellos deberían producir la energía necesaria para su auto consumo y potabilizar agua del mar o las residuales del Llobregat; pues los millones de inversión en esos servicios deben ser destinados a la población que los ha pagado con sus impuestos. ¿O no? Por lo tanto, estoy seguro que ese anciano que quiere ser el más rico del cementerio y nos ofrece el oro y el moro, seleccionará a Madrid. Sólo espero que las autoridades correspondientes no toleren el libertinaje total, el desmadre fiscal, la pérdida de derechos de los trabajadores contratados y que a la comunidad elegida no le ocurra lo mismo que al estado norteamericano donde están ubicadas las “alucinantes” Vegas; que hoy por hoy es donde hay más pobreza, más desempleo, más delincuencia, más asesinatos, más miseria, más prostitución y más droga y alcoholismo que en ningún otro.
Hay que ser políticos subnormales para dejarse engañar. Si lo hacen es porque piensan sacar tajada con la construcción de las edificaciones, calles y accesos, que de eso saben un rato, por eso estamos sufriendo ahora el efecto del ladrillazo. Luego trabajarán allí 2 ó 300.000 trabajadores, que es más o menos el 5 % de los parados que tenemos ahora; algo es algo. ¡Viva el segundo Plan Marshal!

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