Presidentes ridículos

No sé por qué nuestros presidentes tienen tanta obsesión por hablar o ser saludados por el presidente americano de turno.
Le pasó a Felipe González con Reagan, con Bush padre y con Clinton; a Aznar con Clinton y Bush hijo; a Zapatero con Bush y con Obama y hoy se repitió la historia en Corea con Rajoy. Ni que Obama fuese Baltasar, el rey negro. Desde luego tiene que sentirse como el rey del mambo a ver como intentan todos lamerle el culete, cuando le quedan cuatro telediarios. Puestos a elegir, me gustaría que continuase él, que no es tan bélico como los presidentes republicanos. De los aspirantes de este partido me encantaría que venciera Santorum (de los Santos), porque tiene cara de más venerable que Rooney, aunque luego sean todos iguales de manipulables por la industria armamentista y otras multinacionales, pero no caerá esa breva, pues casi siempre ganan los que menos se lo merecen. Es lo que hay.

Mientras escribo estoy escuchando el partido y a juzgar por el pobre resultado ante un equipo tan mediocre, creo que el Madrid no merece ser el vencedor del campeonato, aunque puede serlo, porque todos los impresentables tienen suerte.