Escándalo político europeo

Después de dos semanas de paréntesis por problemas técnicos y de tiempo, vuelvo al ataque porque ya estoy harto de los políticos y de las madres que parieron a semejantes individuos. Llevamos ya varios años sufriendo la ineficacia de los políticos europeos, que no saben cómo sacarnos del atolladero en que nos han metido, sobre todo los españoles, que son porcentualmente los más corruptos.
Durante mi ingenua juventud imaginaba que las mejores personas y espíritus más preparados participarían en esto que más bien parece una conspiración para favorecer desde la política a los mismos de siempre y a verdaderos gobiernos en la sombra, porque los actuales gobernantes son de la peor calaña desde tiempos inmemoriales. Estamos dirigidos y gobernados por aficionados y personas de segundo orden al dictado de poderes fácticos de todo tipo. Los métodos que utilizan en nuestras administraciones llevarían a la quiebra a cualquier empresa particular y los métodos de los parlamentos avergonzarían a cualquier junta de accionistas. Nuestros políticos simulan adquirir el saber por la experiencia, pero están lejos de ponerle el precio que pagaría un hombre de negocios por ellos. No tiene ningún sentido ni atractivo para un hombre genial vender su cerebro a nuestros malos gobernantes, por eso se van fuera, donde son mejor pagados. En Cambio, cuando abandonan la política les enchufan en consejos de administración de distintas empresas, tanto públicas como privadas, para que especulen todo lo posible en negocios montados para enriquecer a sus mangantes y no para servir a la sociedad de la cual viven; porque especular y robar es lo único que han aprendido en su paso por la política.
¿Por qué somos tan desgraciados y no tratamos de hacer algo que ponga fin a este desmadre político? ¿Qué hemos hecho para merecer esto?