La Prostitución

Mañana es el día de la Inmaculada Concepción y ayer fue el día de la Prostitución, gracias a lo cual los españoles somos más ingenieros de puentes y acueductos que los esclavos romanos de hace 2.000 años. Es un deporte nacional el ver quien es el que trabaja menos.

Digo que es el día de la Prostitución, porque después de treinta y tres años estamos peor que antes. Nunca habíamos estado tan endeudados, nunca la juventud había estado tan hipotecada para toda la vida, ni ha tenido que dedicar todo lo que gana, si es que trabajan, para pagar un desorbitado alquiler, mantener a las mafias de los bancos, las inmobiliarias, Hacienda, ayuntamientos, Seguridad Social, DGT, etc. Y ya no hablemos de no poder tener descendencia si no cuentan con la ayuda de los abuelos. Esto es mucho peor que la esclavitud del siglo XIX.

Si la Constitución dice que todos los españoles tenemos derecho al trabajo y a un vivienda digna y las cosas están como están, de qué mierda nos ha servido la Constitución, si en vez de haber un equitativo reparto de riqueza cada vez la distancia entre ricos y pobres es más abismal. Ahora están muy eufóricos los vencedores de las elecciones porque vuelven al poder para hacer de las suyas como entre 1996 y 2004, pero viendo hoy al despeinado Rajoy en Francia, poniéndose en manos de Merkel y Sarkozi, pienso que para ese viaje no hacían falta alforjas. Por lo que estamos bien jodidos y esperemos que los palos que nos van a meter resbalen bien con abundante vaselina.

Hace unos meses, con el movimiento del 15-M, parecía que el pueblo se revelaba contra el poder establecido, infectado de buitres carroñeros inútiles, pero todo se quedó en MM (movimiento mierda), agua de borrajas, brindis al sol o como el rosario de la aurora. Y cuando parecía que íbamos a pasar por el trance de Grecia e Italia, donde Goldman Sachs colocó a sus hombres de confianza para seguir reventándolo todo, después de provocar ellos mismos la crisis, ahora la quieren arreglar. Claro que la arreglarán para que sus amigotes sigan mangoneándolo todo y el que piense lo contrario está muy equivocado. Es para lo único que tenemos libertad, para equivocarnos. ¡Viva la prostitución!