Me ha encantado la rueda de prensa de Soraya. Esa chiquilla adorable, que meaba siempre fuera de tiesto cuando era portavoz de su partido en el Congreso, tiene cara de ángel y alma de demonio. Hay que reconocer que es bella, tal vez por herencia genética y porque ha sido muy mimada a amada toda su vida. Además es muy inteligente, trabajadora y ambiciosa. Me gustó porque ahora es cuando comienza a demostrar que es más lúcida que Rajoy; por lo que está llamada a ser su sucesora dentro de ocho años y se cumplirá su sueño.
Su rueda de prensa no tuvo nada que ver con las de la primera vicepresidenta que hemos tenido ni con las de Pepiño Blanco; sólo Rubalcaba se le puede comparar, por eso los periodistas no querían dejarla ir. Eso es algo que no había ocurrido nunca y es buena señal. Lo peor es que tras esa cara de ángel haya unas ideas retrógradas en cuando a los avances sociales conseguidos en los últimos años. Pero si ahora tiene mucho poder, cuando lo tenga todo y en su partido la respeten, si cambia para bien, podrá hacer todo lo que quiera y las mujeres y los marginados se lo agradecerán. Por el contrario, si comulga con las ideas más rancias y reaccionarias de sus colegas terminará mal vista por el feminismo y por los más desamparados.
Si Rajoy tiene alma femenina entiendo que no se haya rodeado de más mujeres en el gobierno, porque la triple S vale por cuatro. Lo que no entiendo es por qué ha premiado a un tal Wert como ministro de Educación. ¿Tanto le ha ayudado a ganar las elecciones como tertuliano?
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