martes, 7 de febrero de 2012

Artistas

Siempre he disfrutado con todo lo que considero arte perfecto y genial, pero nunca he tenido tiempo para ir a exposiciones ni museos que no me interesan. Ahora sí tengo tiempo, pero nunca lo perderé para ver exposiciones que no me gustan, por mucho que críticos y medios de comunicación aseguren que tal o cual artista es un fuera de serie. Prefiero que me tachen de ignorante antes de decir lo contrario de lo que pienso acerca de la obra de un pintor como Antoni Tàpies u otros similares.
Hace unos años en una importante galería de arte de Londres había una bolsa de basura colgada dentro de un marco. Al cerrar por la tarde el primer día de exposición, la señora de la limpieza alucinó al ver allí la bolsa y la tiró a la basura. Al día siguiente, nada más abrir la galería llegó el artista y se quejó a la dirección de la sala por la desaparición de su obra. Acto seguido cogió de un contenedor de basura una bolsa parecida a la que se había evaporado y la colocó en su lugar. Todo quedó arreglado y a última hora de la tarde cuando llegó la señora de la limpieza le han echado una bronca descomunal por lo que había hecho. Pero ella, creyendo que se trataba de una broma, les dijo:
-Oigan ustedes, seré la señora de la limpieza, pero no soy idiota y no se van a reír de mí como de los enterados que vienen aquí a contemplar estas aberraciones del arte.
Aunque es ley de vida, siento la muerte de cada persona y acompaño en el sentimiento a la familia y amigos de Antoni. Seguro que cuando él comenzó a pintar nunca se imaginó que en año 2012 iba a ser casi elevado a los altares. ¡Joder, qué mundo!

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