Rajoy es el más inútil de todos los candidatos posibles del Partido Popular con capacidad para ser Presidentes del Gobierno, pero es lo que merecemos, por tontos.
Hace tres meses que le tenemos que soportar y hoy casi me produjo nauseas viéndole en su congreso en Sevilla. Durante estas semanas nos van imponiendo reformas, recortes y encima con recochineo. Se creen con derecho a hacer lo que les plazca, que para eso les han votado masivamente, incluso millones de trabajadores. Trabajadores que hoy seguramente no se han manifestado en ninguna de las cincuenta y cinco ciudades españoles en contra de la imposición de la Reforma Laboral tan intolerable, que nos hace retroceder decenios en los derechos conseguidos por los trabajadores. Sólo deseo que esto sea el inicio de la pérdida del miedo para manifestarse.
Al observar las caras de hipócritas que tienen todas las personas que asistieron al congreso de Sevilla para aclamar al horríbilis Aznar, al líder Rajoy, a la demagoga Cospedal o al impresentable Arenas, me di cuenta de que ni a ellos ni a los de su calaña les hacen falta ninguna de las leyes progresistas que llevaron al Tribunal Constitucional en los últimos años ni otras que toleran a duras penas. Por ejemplo: ¿Para qué quieren ellos la Ley del Aborto si sus mujeres jóvenes han ido siempre a abortar al extranjero o a clínicas privadas, donde incluso les remiendan el himen? ¿Para qué quieren la Ley de Dependencia si tienen dinero para explotar a toda la servidumbre que necesitan? ¿Para qué van a querer ellos que la educación pública funcione bien si no llevan a sus hijos a la misma? Y lo mismo se puede decir de la Sanidad, porque les sobra dinero para ambas cosas y sólo se preocupan de que esos derechos tan elementales reconocidos en la Constitución sean un descarado negocio.
Con esa gentuza gobernando estamos perdidos. ¿Por qué en España todo funciona al revés?
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