Sabíamos de antemano que la reforma laboral presentada ayer por la ministra que ha perdido la I y la vergüenza, iba a ser dura para la clase trabajadora, pero a juzgar por las reacciones, da la impresión de que en España no existe tal clase. La verdad es que sólo trabaja uno de cada tres ciudadanos y no se hacen notar en absoluto, aunque tengan que mantener con su trabajo al resto de la población y a la lacra política que nos gobierna.
Es normal que los sindicatos, la oposición y diversas organizaciones no estén de acuerdo con la misma, porque ahora el despido parecerá un bazar chino de todo a 20, que era lo esencial que deseaban las patronales. Pero si los trabajadores ya no se manifiestan ni el 1º de mayo, como si todos fuesen ricos, y si no les interesan los avances sociales que se deben exigir a los poderes públicos y a las empresas, pasa lo que pasa. Por otra parte, si a la hora de las elecciones, gran parte de esos trabajadores votan a quien no deben, el resultado salta la vista y tendrán que armarse de paciencia y resignación para no reconocer que se han equivocado. Y como el cambio también es posible en Andalucía dentro de mes y medio, tengo la absoluta convicción de que las protestas comenzarán allí en los meses siguientes a las elecciones y se irán extendiendo por todo el país.
La hemos liado gorda eligiendo al gobierno más manipulable de todos los que hemos tenido en democracia, sino no no mostraría tan prepotente. A ver si reaccionamos de una puñetera vez.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Más información en http://www.irisfanclub.com