Cada dos por tres el capitalismo salvaje crea cosas innecesarias para que lo que ellos consideran chusma consuma descontroladamente y así poder seguir enriqueciéndose más y más.
Uno de los últimos descubrimientos fue la Viagra y no me atrevo a decir que no sea maravillosa para los impotentes, porque algo había que hacer por ellos; pero es un escandaloso negocio para las industrias farmacéuticas insaciables.
No hace mucho vi la película de Michael Moore “Sicko” donde se denuncian los abusos de las compañías sanitarias privadas americanas y la diferencia en los precios de los servicios sanitarios y las medicinas entre Estados Unidos y Canadá, Reino Unido, Francia o Cuba. Eso me hizo pensar que si considero tontos a los españoles y a nuestros primos hermanos los italianos, tiene que ser por algo: por lo que toleramos a nuestros políticos y a los poderes fácticos, pero por lo visto, los norteamericanos son más tontos todavía y tampoco espabilan.
Ahora aparece el Priligy para los eyaculadores precoces y eso sí que lo considero una tontería. Me explico: Se dice que burro cansado, burro empalmado; pues bien, si estás cansado de trabajar y no de fornicar, al coger con tanto entusiasmo el acto sexual, si no preparas a la hembra como mandan los cánones, es normal que ella se quede como estaba y los dos quedéis resignadamente frustrados. Si en cambio, la lubricas bien como si de un motor se tratara y estáis hartos, incluso de comida, veréis como os olvidáis de la eyaculación precoz. Probadlo: hacedlo sin preliminares antes de almorzar y si el macho es el visitante, quedaréis cero a uno en dos minutos o menos; pero si lo hacéis con preparación a conciencia, incluso con la lengua después de una suculenta comida, la cosa cambia, el tiempo de juego se prolongará hasta cerca de diez minutos y el resultado será un empate seguro, uno a uno; como debe ser. Si se vuelve a repetir el partido por la noche, con la máxima predisposición por parte de los dos, puede durar cerca de veinte minutos y el resultado será totalmente inverso, dos o tres a uno, sin necesidad de que ella sea considerada ninfómana.
Y a ver si encontráis de una vez por todas, ese punto tan deseado que todo el mundo anda buscando y casi nadie encuentra; pues eso ayuda mucho a la hora de la verdad y no comportarse como bestias. Es más importante ser lento, tierno y dulce, que mostrarse como un animal salvaje de “macholandia”. ¿A quién queremos engañar, si somos nosotros el sexo débil? En ese punto tan mágico hay millones de terminaciones nerviosas que envían impulsos de placer al cerebro y son capaces de hacer perder el sentido a cualquier hembra en celo. Es como la explosión del Big Bang en el centro del Universo hace cerca de veinte mil millones de años y aún sigue expandiéndose.
Por todo ello, creo que la píldora Priligy no es necesaria, y menos si tiene efectos secundarios y es un inhibidor de la serotonina, esa sustancia tan necesaria para andar siempre eufóricos. Si esa píldora fuese buena, no lo sería para tanto porcentaje de hombres como se dice y pienso que si se practicara más el sexo, incluso con la ayuda de la Viagra, no tendríamos que ir tanto al médico ni malgastar dinero en medicinas. Lo que hay que hacer es poner más interés a la hora del partido, especialmente ellas si ya sobrepasan los cuarenta, para que ellos no se vayan a jugar a otro campo. Deben ser los dos verdaderos artistas en la actividad más emocionante de las relaciones humanas, si no quieren tener problemas emocionales, psicosomáticos, e incluso físicos. Si no lo creéis, comprad a precio de oro la dichosa pildorita y enriquecer aún más a las farmacias y laboratorios, para que sus directivos cobren miles de millones al año. Hay que ser tontos de remate. Así nos luce el pelo. Perdonad por la extensión. Mañana menos.
CONSTANTE
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