Currículos en la Red

Desde que tengo uso de razón, los españoles emigraban si no querían que les aplicaran la Ley de Vagos y Maleantes. Pero cuando la emigración pasó a la historia debido a la gran crisis que provocó el encarecimiento del petróleo en 1.973, comenzaron a crearse las primeras oficinas de empleo en España, sustituyendo al Instituto Nacional de Emigración.

Casi al final de aquella prolongadísima crisis se crearon las aberrantes Empresas de Trabajo Temporal, para que los espabilados se quedaran con gran parte del salario de los trabajadores contratados.

Con el gran crecimiento económico de finales de los 80 deberían haber desaparecido las ETTs, pero cada año se fueron sofisticando más, sobrevivieron a la crisis de los 90 y aún siguen aprovechándose de la situación en esta tercera gran depresión, que cogió por sorpresa a los todos los que pronosticaban hace algo más de dos años que aún necesitaríamos muchos más emigrantes para hacer frente a la tan necesaria mano de obra barata.

En las empresas había jefes de personal, a los que luego se les denominó recursos humanos, pero ante la sorpresa de esta inesperada recesión, para que éstos no tengan que trabajar tan fuerte, nacieron unas nuevas entidades o agencias de colocación en la Red, que cobran por destacar los currículos, con lo que el trabajo no es para el mejor preparado sino para el que paga más; con lo que se está pervirtiendo la selección laboral, primando el abono de una cuota y no los méritos, generalizándose este sistema desde hace dos años.

Dicen los responsables de esas agencias que el trabajo no tiene por que ser democrático y tanto los portales Infojobs como Infoempleo, defienden y consideran que existen muchas ventajas adicionales y que ya hay una saturación exagerada de currículos por oferta; con lo que nada garantiza la valía del opositor con mejor posición en la Red, sino todo lo contrario.

Ya hace algunos años, cuando ya no era rentable emigrar, vi en mi tierra un precedente; unos paisanos míos pagaron hasta dos millones de pesetas para asegurarse un buen puesto de trabajo en una importante empresa. Los gallegos siempre hemos sido pioneros en casi todo, como firmar que cobran 1.200 euros mensuales y en realidad sólo perciben 800 o 900. A eso se le llama tener tragaderas.

Hay que ver cuánto hemos avanzado los trabajadores, gracias a los eficientísimos sindicatos.

CONSTANTE