Merci, Mesías Messi

Llevo casi diez años desconectado de la televisión analógica y ahora sigo desconectado de la digital, porque es más de lo mismo, con más calidad de imagen, pero sin mejorar el contenido. En cuando conecté de estas breves vacaciones me encuentro con la salvaje y generalizada corrupción del Partido Popular y siente uno vergüenza de ser español, como decía el “heroico” Doctor Neira, aunque por distintos motivos. ¡Será egocéntrico y fantasma el tío!

Hay dictaduras en todo el mundo que son corruptas a más no poder, pero lo que está ocurriendo en España es increíble. Si el partido que aspira a gobernar es el más corrupto de todas las democracias occidentales, ¿cómo es posible que su apoyo popular sea tan alto? Esto nos demuestra que la mayoría de sus votantes son hijos o herederos de Franco y no se puede luchar contra eso, si son estúpidos y sólo piensan en su bienestar. ¿Cómo se puede tolerar este escándalo tan aberrante?

Lo mismo que Mázinger protege a los suyos en los casos de pederastia y pedofilia, Rajoy también guarda silencio, porque es tonto y no sabe qué hacer. Si su antecesor, nombrado a dedo por Fraga, aún no se cree que haya sido ocho años presidente del Gobierno, Rajoy, nombrado a dedo por éste, aún no se cree que él sea el líder del Partido y ya no tiene claro que llegue a ser Presidente. No sé a qué espera para dimitir y mandarlo todo a la mierda. Si no lo hace es porque todos están pringados y ninguno da la talla política y humana para ese importante cargo.

Yo sí que siento vergüenza de ser español, si esa gentuza sale airosa del trance en que están metidos y ganan las elecciones generales cuando se convoquen. ¡Qué asco! ¡Malditos sean!

Menos mal que de vez en cuando el Mesías Messi nos hace soñar unos minutos con su arte y nos olvidamos de esa lacra inmunda que intenta salvarnos de la miseria, enriqueciéndose ellos hasta lo infinito, como si no fuesen a morirse nunca. ¡Hay que meter más caña a esos monos, jueces! Para que no se crean que España es una dehesa y ellos los amos.

CONSTANTE