Montserrat Tura II

Conocí a Montse en una reunión del partido que provoqué con un escrito en el año 80. Entonces me dijo que yo era demasiado crítico con el líder, porque era el único que teníamos. Me di cuenta enseguida que era una joven muy inteligente y que llegaría lejos. Efectivamente, seis años después sustituía al líder para encabezar la lista municipal de Mollet y eliminar a los comunistas que se habían mantenido en el poder ocho años, los cuatro últimos incongruentemente con el apoyo de CiU.

Fue alcaldesa de Mollet casi dieciséis años, transformando el pueblo en ciudad gracias a los fondos europeos; para que ahora diga el espabilado Duran i Lleida que no tiene experiencia municipal. También realizó una labor formidable como consellera de Interior y de Justicia, por lo que se merecía algo más interesante, pero como no se atrevía a postularse y nadie lo hacía por ella se fue hundiendo con el Tripartito. Cuando dije que no estaba de acuerdo con su cargo en la mesa del Parlament, parece que me escuchó y al fin se atrevió a dar un paso importante. Lástima que sea en un momento tan crítico, cuando parece que ya está decidido que ahora le toca ganar y gobernar a su colega de profesión.

Ser alcaldesa de Mollet es importante, ser consellera lo es más, ser alcalde de Barcelona es un sueño para muchísima gente, pero una mujer de las más inteligentes que tiene el partido a nivel nacional, creo que sería mucho más interesante que hubiera sido president de la Generalitat en lugar del gracioso Montilla y me atrevería incluso a decir que aún haría mejor papel en el puesto de Zapatero, porque ella recaló en el partido procedente del PSUC y de esa ideología siempre queda algo positivo para saber lo que necesita la sociedad.

Me gustaría verla en debates con el último hereu de Barcelona para que demuestre lo que vale. Recordemos que Maragall heredó de Serra la alcaldía de Barcelona cuando Felipe González le nombró Ministro de Defensa, Maragall nombró heredero al anestesista Clos, cuando se postuló para President y Clos nombró como hereu a Hereu cuando le nombraron Ministro de Industria. Pero como ahora, dada la coyuntura de caída en picado del partido no hay donde catapultar a Hereu, no puede nombrar heredero y ve peligrar su poltrona, en primer lugar por la previsible derrota en las urnas o por la posible derrota previa en unas primarias con Montse de contrincante, de lo que me alegro muchísimo.

Lamento que cuando ella está más preparada que nunca, el partido esté de capa caída y ya no podamos contar con su entusiasmo y su capacidad de trabajo para sacar al país del desencanto y de la miseria. Es lo que hay. ¡ÁNIMO MONTSE!

CONSTANTE