viernes, 29 de octubre de 2010

Hermanos, pero no tanto

Estos días el mundo lamenta la pérdida de dos hombres importantes: Néstor en Argentina y Marcelino en España. Podemos comprobar que somos hermanos, pero no tanto, a juzgar por el duelo de los respectivos pueblos hacia esos dos líderes: el político del justicialismo argentino y el sindicalista español.

Recuerdo los tiempos de Perón y como Argentina ha ido sufriendo altibajos a lo largo de medio siglo, donde hay una infinita pobreza y ricos a mansalva como en todas partes, gracias a la especulación, la corrupción y a la evasión de capitales, pero sobre todo hay mucho fanatismo, como si de fútbol se tratara. Al verles llorar pienso si Néstor era el único político que les podría salvar de la miseria y del corralito, si a la hora del pésame incluso le han ignorado altos personajes del estado, tal vez por envidia, algo que no ocurre aquí a pesar de ser ésta nuestra enfermedad nacional.

En cambio en España, desde la monarquía hasta el último trabajador reconoce la personalidad tan especial de Marcelino, un hombre de familia humilde, inteligente y autodidacta, que se hizo a sí mismo y luchó toda su vida por la clase trabajadora. Marcelino será irrepetible viendo como la mayoría de los que le pueden sustituir no le llegan a la suela del zapato; porque comenzaron todos siendo delegados sindicales para tener horas libres en las cadenas de producción, cosa que él nunca hizo. Si todos los trabajadores españoles fuésemos como él, no tendríamos nada que envidiar a los alemanes en cuanto a eficacia y productividad. Pero desgraciadamente no todos somos Marcelinos. ¡Gracias HOMBRE, por ser un ejemplo a seguir, no como los parásitos, vagos y maleantes que nos rodean y chupan del bote como verdaderas sanguijuelas!


CONSTANTE

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Más información en http://www.irisfanclub.com