TG contra TJ

Desde que los griegos practicaron por primera vez la democracia hace más de dos mil años, hubo partidos políticos de todo tipo, tanto de derechas como de izquierdas: democráticos, los menos; los controlados oligárquicos, los fascistas que no deberían haber existido nunca, los comunistas, que han fracasado y se han convertido en verdaderas mafias de poder y los socialistas, que ya perdieron su ideología, cayendo en el servilismo de los mercados y del capital.

Nuestro Partido Socialista Obrero Español, al que se le ha caído la O de obrero ya hace tiempo, va hacia el caos como un tren sin frenos y encima se complica la vida con las primarias de hoy en Madrid. Es la primera vez en mi vida que deseo que no las gane la mujer que se presenta y sí el hombre que trabajó intensamente hasta ahora para levantar el desacreditado partido en aquella comunidad; cuando llevo toda la vida deseando el triunfo de las mujeres, porque han estado siempre muy discriminadas.

Lo que ocurre en esta ocasión, es que Trinidad ha sido impuesta por el ya desangelado líder nacional y eso no me gusta nada, porque no es democrático. Estoy totalmente de acuerdo con la parida de la paridad y más a favor de las mujeres, siempre que éstas demuestren ser más inteligentes que los hombres; que realmente lo son, como el ejemplo de Montserrat Tura; porque nosotros pensamos más con la otra cabeza llamada glande y así nos luce el pelo.

La verdad es que ya me da lo mismo que gane TG o TJ, porque esto no hay quien lo arregle si no nos enteramos de una puñetera vez quiénes son los hijos de Alá que manejan los hilos de la economía globalizada para apoderarse de todas las riquezas del mundo. Mientras no les eliminemos a todos e implantemos un nuevo sistema más equitativo, igualitario, solidario, participativo, respetuoso con el medio ambiente, controlado y bien planificado, desde el crecimiento de la población o la productividad de los bienes imprescindibles para sobrevivir, estamos perdidos, como si fuésemos idiotas.

CONSTANTE