Me alegro muchísimo del triunfo de Tomás Gómez en las primarias de Madrid, como premio al trabajo realizado a la sombra como secretario general de los socialistas madrileños, sin estar presente en el parlamento autonómico para enfrentarse a la repipiimpresentable popular.
Me alegro de que los militantes le hayan premiado por ser un trabajador nato, consiguiendo en su día ser el alcalde más votado de España en Parla y poner orden en el partido en
Me gustaría que ganase las elecciones de mayo y que con su buen hacer convenza a los socialistas españoles para que le propongan para encabezar la lista socialista en 2016; porque no necesitamos iluminados, ni guapos, ni cacerolos para sacar a España de la inanición. Para muestra basta con ver al Lehendakari vasco, que no pertenece a ninguna familia de alta cuna, ni falta que le hace.
Con estas elecciones y lanzamientos de paracaidistas, Zapatero ha ahondado un poco más su propia tumba y no quiere darse cuenta. Ya le daremos su merecido.
CONSTANTE
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