El día 21 de abril del pasado año dije en el blog que el plagio de Cela aún coleaba. Yo, que me informo casi exclusivamente a base de titulares, para que no me coman el tarro, ayer tuve que recurrir a un periódico digital para enterarme de que se va a celebrar juicio por ese plagio en 1994. ¿Por qué no quieren que se sepa? La justicia es lenta, pero funciona, que es lo que hace falta, aunque ya no llegue a tiempo para desprestigiar a nuestro “ilustrísimo” Premio Nóbel y mil premios más.
Es una vergüenza que ocurra esto en este país, donde los listos se creen más listos que nadie y piensan que todos los demás somos tontos. La lástima es que el poderoso editor sea tan rico y que salga indemne, porque ya sabemos que la justicia nunca se atreve a machacar a los que pueden pagar a los mejores abogados del país. Triste, pero esto lo saben hasta los más idiotas.
Me alegro que mi paisana Carmen Formoso pueda ir ahora con la cabeza bien alta, diciendo que el Premio Planeta de 1994, publicado con el título “
CONSTANTE
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