Día de reflexión para los franceses

Hoy están de reflexión los franceses. Hace treinta y un años también lo estaban y en aquella ocasión ganó las elecciones Francoise Mitterrand, después de haberlo intentado tres veces. Aquel triunfo fue histórico, porque dio paso a un sin fin de victorias socialistas en casi toda Europa, incluida España, gracias a las cuales se alcanzaron unas cotas de bienestar impensables unas décadas antes. Mitterrand, con Helmut Khol y Felipe González consiguieron en poco tiempo una Europa con impulso y crecimiento como en ninguna otra época de la historia, siempre con Margaret Tatcher en contra, como hoy lo está David Cameron. Pero aquello ya pasó a la historia, porque ahora Europa está hundida en la miseria y, gane quien gane mañana en Francia, ya no volverá a ser lo mismo, si Angela Merkel se cree que es Hitler y sólo piensa en su país, queriendo alemanizar Europa. ¡Pobre Hollande, qué no le pase nada si vence! Es una vergüenza que en las grandes potencias europeas y en Estados Unidos haya millones de indigentes y pobres, como producto del fracasado capitalismo. Y es precisamente en Francia donde hay porcentualmente menos cantidad de desgraciados; porque allí no se andan con tonterías ni fanatismos estúpidos y van a lo suyo. Piensan, reflexionan, se manifiestan y provocan revoluciones, marcando las pautas a todo el mundo en cuanto a derechos humanos. En cambio en España, que hemos elegido al Gobierno que merecemos, por imbéciles, ya tenemos bastante con el fútbol y otros fanatismos aún peores, que nos están conduciendo a ser el país más pobre e inculto del viejo continente. Nos dicen que hoy verán el Barça-Madrid en todo el mundo más de 400 millones de gilipollas. En cambio los “españolesh” tienen que pagar para verlo. ¡Qué barbaridad! Gane quien gane este partido, el lunes ya no tendremos que ir a trabajar. ¡Qué maravilloso!