Siria y Corea del Norte

Nunca me cansaré de calificar a la ONI de organización inútil. Después de un año de masacre del pueblo sirio, al final van a enviar allí a unos observadores. Más vale tarde que nunca. ¿Y quién le devuelve la vida a los ocho mil asesinados? Con lo fácil que sería prevenir antes que curar, pero si Siria apenas tiene petróleo ni intenta fabricar bombas atómicas, tal como está la economía, a Occidente no le interesa complicarse la vida.
En cuanto a Corea, es una lástima que esté retrocediendo a tiempos del feudalismo o la Edad Media, por culpa del fanatismo del pueblo que dice adorar a sus líderes. Al primero le están transformando en un Dios que gobernará eternamente, el segundo es el que propició todo este caos y el tercero, allí está porque le han parido, pero parece no saber hablar. Tampoco se sabe su edad. Dicen que tiene veintisiete años, pero por su apariencia parece tener los dígitos cambiados, como un viejo que sólo practica el deporte del tiro al plato. Lo que les faltaba son los monumentos fantasmagóricos que han esculpido a los dos primeros, como si quisieran vigilar a los desgraciados pueblerinos.
Ese país nunca podrá levantar cabeza, si el 30% del presupuesto se lo lleva el ejército y no se sabe cuánto en una incipiente conquista espacial y la dichosa bomba atómica, mientras el pueblo pasa hambre y calamidades. Si las potencias que tienen más de cuarenta mil cabezas nucleares, con las que se aniquilaría toda la vida en la Tierra, no quieren que Corea o Irán fabriquen esas malditas bombas, ¿por qué no destruyen todas las que tienen en sus arsenales y obligan a la ONI a crear un ejército internacional para meter en vereda a todos los dictadores del mundo, comenzando por los más sanguinarios? Eso sería lo justo en un mundo donde todo está ya globalizado, hasta la estupidez.
Los políticos, teóricamente están para solucionar nuestros problemas, pero lo único que hacen con su ineptitud es empeorarlos y complicarnos la vida. ¡Malditos sean!