Hoy he visto de refilón en la primera página de un periódico como desfilaban cruzando un enorme salón de la Casa Blanca, un Australopithecus, seguido de un homo Sapiens, un homo Erectus, una mujer de Neandertal y un hombre de Cro-magnon. Iban a tratar asuntos de economía interna de su país, pasando de Europa y del presidente de turno de la Unión, que está obsesionado en que el Australopithecus visite España durante este semestre.
Obama elimina a España dentro de su recorte de la agenda internacional para concentrar todos sus esfuerzos en la política interior de su país, que buena falta le hace, porque es la potencia más endeudada del mundo. Pero como ellos son el ombligo del mundo, no pasa nada y seguirán mandando como en los últimos dos siglos.
Lo que no entiendo es la obsesión que tienen los dirigentes mundiales por reunirse con él, en vez de dedicarse a tratar de solucionar sus problemas. Hay que ser vanidosos y mequetrefes para sentirse más importantes si el Australopithecus les recibe.
Este retraso de Obama en su visita a España es una gran alegría para el líder de la oposición y será él precisamente quien comenzará pronto a exigir ser recibido en la Casa Blanca antes de las elecciones del 2012, para recibir su espaldarazo definitivo. Son cosas patéticas que ocurrieron siempre en este mundo sin Norte y seguirán ocurriendo por los siglos de los siglos, especialmente a partir de esta crisis descontrolada.
CONSTANTE
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