España es anormal

España no es normal. Hace unas décadas había un eslogan que rezaba: “España es diferente”. Y tanto que lo es. Si digo que no es normal, quiero decir que es anormal.
En muchos países europeos se nos considera africanos por distintas razones; a saber: tenemos territorios enclavados en el continente negro y las Islas Canarias; estamos influenciados con la cultura árabe después de siete siglos de invasión y además tenemos una barrera geográfica y cultural enorme que nos separa de Europa.
No es normal que tengamos los políticos más inútiles y mejor retribuidos del continente, que llegan a los más altos puestos de responsabilidad sin pasar por unas oposiciones, como por ejemplo los empleados de las empresas de limpieza.
No es normal que los dirigentes de las empresas, tanto las estatales como las privadas, sean los más inútiles y mejor pagados de Europa, cuando somos los menos productivos y competitivos.
No es normal que a los adolescentes y jóvenes se les den todas las oportunidades y se les obligue a estudiar, cuando sabemos que hay un 30% de los mismos que no son aptos para asimilar nada de lo que se les explica, por eso hay tanto fracaso escolar, porque se uniformiza la idiotez. Todos sabemos que al poder político y económico no les interesa formarles adecuadamente, porque hace falta mano de obra barata para las cadenas de producción, si para la élite de las empresas y las instituciones ya tienen bastante con los que estudian en las escuelas y universidades privadas y religiosas. Con razón estamos ya a la cola de la OCDE en formación y cultura.
No es normal que a las relaciones homosexuales sean consideradas normales, porque si lo fuesen tendríamos que buscar una palabra para definir lo que es normal entre parejas de sexo opuesto y no me vale heterosexuales.
No es normal que vayas a un ambulatorio y tengan preferencia los inmigrantes y turistas antes que los trabajadores que no tienen medios económicos para pagar mutuas privadas y que se tengan que soportar listas interminables, a ver si mientras te mueres.
No es normal que si quieres montar un negocio te frían a impuestos municipales, autonómicos y estatales, cuando a los inmigrantes se les dan todas las facilidades y están proliferando por todos los pueblos y ciudades del país, en detrimento de las clásicas tiendas de los autóctonos, que tienen que cerrar irremediablemente para no arruinarse.
No es normal que la juventud tenga que hipotecarse toda la vida para adquirir una minúscula vivienda o trabajar prácticamente para pagar un alquiler abusivo, como en ninguna otra época de la historia, y que todos estén predispuestos a tragar estas condiciones injustas, para enriquecer cada vaz más a bancos, cajas e inmobiliarias.
Tampoco es normal que unos pensionistas cobren tanto, cuando han disfrutado toda la vida de todos los placeres terrenales con sus buenos sueldos y que ahora puedan seguir babándose sobre prostitutas de lujo, mientras otros apenas pueden comer. Esto no es justicia social y si los gobiernos no lo solucionan, alguien tendrá que rebelarse contra esta situación.
No es normal que sea este país donde hay más tontos por metro cuadrado aficionados al fútbol.
No es normal que las televisiones privadas españolas sean las que más publicidad engañosa emiten del continente.
No es normal que con tanto libertinaje se permita que los jóvenes se aborreguen con el botellón convirtiéndose en noctámbulos que sólo tienen derecho a divertirse como verdaderos estúpidos.
No quiero seguir, por no hacer interminable el comentario. Conclusión: somos un país anormal.

CONSTANTE