Lástima de Catalunya

Hoy fui a trabajar a Barcelona y antes de entrar en el tren me pusieron en la mano uno de los periódicos gratuitos de más tirada. Al ver los titulares de la primera página ya tuve suficiente y no pasé ni una sola hoja.
“Salut gasta 16 millones de euros en un año en trasladar a los enfermos en Taxi” Los responsables de la Generalitat dicen que es una medida de gracia, que permite no saturar las ambulancias con servicios no urgentes, para evitar las esperas en los desplazamientos. Me pregunto si cuando yo necesite alguno de estos servicios tendré problemas, después de pasar toda mi vida laboral sin producir ni un euro de gasto a la Seguridad Social. Y también si esos taxistas son llamados a las paradas o hay muchos de ellos con las exclusivas, porque son familiares o amigotes de los responsables del Departament.

“Desde que comenzó la crisis hay en España 192.000 funcionarios más” Todos ellos enchufados en las distintas administraciones para que no figuren en las listas del desempleo. Ya suman más de tres millones y son el 20% de los asalariados improductivos españoles, siendo las comunidades autónomas las que enchufan al 55% del total. Por eso digo siempre que sobran la mitad de los funcionarios, que esto es insostenible y que con esta carga y esta lacra es imposible salir de la crisis actual.

Otro tema que me llamó la atención fue: “Laporta cree estar preparado para gobernar Catalunya”. Claro que sí. Y yo y cualquiera que tenga dos dedos de frente. Y hablando de frente o testa, ¿Os habéis fijado bien en las prominencias que tiene ese fantasma sobre las cejas, como si fuese un descendiente directo de un chimpancé, como si ni hubiese evolucionado? ¿Adónde vamos a ir con un individuo así, que confunde el club del Barça con Catalunya? Son malos los dirigentes políticos actuales y los que hemos tenido antes, sino no estaríamos en bancarrota; pero con ese iluminado estaríamos apañados. ¡Que Dios nos pille confesados, si sólo sirve para disfrutar de juergas! Tiene suerte de contar con Josep Guardiola, sino de qué..

CONSTANTE