Anestesia

Había una vez unas cuantas mujeres hablando de sus maridos y casi todas trataban de dejarles bien, hasta que le preguntaron a la más tímida de todas, qué era su marido.

-Es anestesista –respondió.

-No sabía que había estudiado medicina –manifestó otra.

-Si no tiene estudios, pero cuando lo hacemos no siento nada –todas rieron a carcajadas.

Así me siento yo cuando veo tantas desgracias. Ya estoy harto de que no haya apenas buenas noticias. Lo único que me ha alegrado un poco esta noche es saber que en el debate de Embestidura participará Rubalcaba. Por fin podré disfrutar viéndole cara a cara con Rajoy. Será mucho más interesante que el debate en televisión. Ese debería ser el programa más visto del mes de diciembre y no los partidos de fútbol u otras memeces que tienen atontados a la mayoría de los teleespectadores.

Hoy volvió a reaccionar la bolsa, pero no fue por la confianza que inspira Rajoy, sino porque querían obtener beneficios los muy cabrones de los especuladores, después de una semana de ventas. Ya comienzan a reclamarle medidas desde distintas partes, especialmente desde Europa, pero el que no tiene lengua sigue sin hablar apenas. ¿Se habrá enterado que va a ser presidente y aún no se lo cree o no sabe qué hacer? Si no sabe a quien poner de ministro de Economía, que ponga al impresentable Cristóbal Montoro, que no dejó de mear fuera de tiesto en los últimos años, azotando al Gobierno sin ton ni son. Si se hubiese hecho todo lo que él decía, aún estaríamos peor. Es que predicar desde la oposición no cuesta nada, “espalibaos”.