Hoy terminó el vergonzoso espectáculo del juicio por el asesinato de Marta del Castillo. ¿Cómo es posible que después de casi dos años esos asesinos salgan tan campantes y se les vea con tanta chulería, como si no hubiesen hecho nada? Menuda vida se van a tirar en la cárcel, cuando deberían ser condenados a trabajos forzados para escarmiento de otros jóvenes que intenten hacer lo mismo impunemente.
Esos niñatos han hecho sufrir muchísimo a muchísima gente, especialmente a los familiares, a los amigos de Marta y a todos los ciudadanos que tenemos alma; pero como la justicia en este país es más papista que el Papa, parece que tienen más derechos los asesinos y los delincuentes que los ciudadanos que respetamos las leyes. Además, gracias a sus mentiras, la investigación le ha costado al erario público muchos millones de euros y sentí vergüenza por la ineficacia de la policía. Parece mentira que no le hayan hecho cantar a todos con lo fácil que es, dejándose engañar una y otra vez, cuando esos asesinos son bastante ignorantes, por muy dirigidos que estuviesen por sus abogados defensores.
El asesino terminó pidiendo perdón a la familia por causarle tanto sufrimiento y afirmando que no sabe donde está el cuerpo de Marta. Pero si tenemos en cuenta que el Gualdalquivir es uno de los ríos más caudalosos de la península, encontrar allí un cuerpo es más difícil que encontrar una aguja en un pajar, por lo que no me extrañaría que haya ido a parar al océano en las horas siguientes de ser lanzada al río. Creo que la familia ya puede ir olvidándose de que se encuentre. Lo siento muchísimo y les acompaño en el sentimiento.
Me pregunto qué clase de monstruos estamos criando para que ocurran estos crueles episodios y por qué no hemos evolucionado aún suficientemente, si nos consideramos la especie animal más inteligente. Aunque visto lo que hay, lo dudo mucho.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Más información en http://www.irisfanclub.com