Encrucijada

Esta noche disfrutaré mucho más con el debate a cinco, aunque no acaba de gustarme el despilfarrador hijo de papá Gallardón.

Digo que estamos en una encrucijada, porque ya que tenemos casi todos los gobiernos autonómicos y municipales teñidos de azulón, creo que los “inteligentísimos” españolesh deberíamos recapacitar si no sería mucho más positivo para todos tener un Gobierno estatal rojillo, no porque sean mejores los políticos de izquierdas, sino porque esa ideología siempre propicia más los avances sociales y contrarrestaría las aberraciones que están haciendo donde gobiernan los salvadores de la patria.

Este verano se pusieron de acuerdo los dos grandes partidos para reformar algún detalle de la Constitución, pero se han quedado cortos, porque la Constitución no se está cumpliendo en muchísimos aspectos. La leí varias veces en treinta años y dice que todos los españolesh somos iguales ante la ley. Pues es mentira, sino que se lo pregunten a los delincuentes potentados que nunca van a la cárcel si pueden pagar a los mejores abogados del país. A ver quién es el juez chulillo que se atreve a condenarles. Me pregunto por qué no está ya procesado Iñaqui Urdanguarrín por el caso Nóos. Por qué dice la Constitución que todos tenemos derecho a una vivienda digna si los poderes competentes permiten que haya cientos de miles de viviendas vacías por pura especulación, en vez de obligar a sus propietarios a que las alquilen por una cuantía equivalente al salario semanal de un trabajador, como hace treinta o cuarenta años. Cómo se puede tolerar que las parejas jóvenes tengan que hipotecarse para toda la vida por una vivienda valorada tres o cuatro veces más de lo que cuesta; problema por el cual la mayoría de ellas ya no pueden tener descendencia si no cuentan con la ayuda de los abuelos. En cuanto al derecho a trabajo sería demasiado largo de explicar y no quiero ser pesado.

Resumiendo, el día 20 tenemos la oportunidad de que la política cambie democráticamente este sistema capitalista fracasado y deberíamos hacerlo no votando a quién no se lo merece, habiendo partidos minoritarios o la opción de voto nulo para avergonzar a los inútiles y manipulados políticos. Recordad lo de sarna con gusto no pica para no tener que arrepentirse luego. Deberíamos ser capaces de aplanar la barrera natural de los Pirineos que no nos permite ver el norte, donde nuestros vecinos tuvieron siempre más agallas que nosotros para revolucionarse, pero para ello hay que ser como los franceses, tener cojones y no ser mamones. Queremos que nos lo den todo hecho, especialmente muchos jóvenes que sólo piensan en divertirse, pero si no luchamos por lo que queremos no podemos ir a ninguna parte. Estamos retornando a la esclavitud y no acabamos de reaccionar, como si fuésemos tontos.