A pesar de tantos unos en esta fecha, hoy es un día normal para casi todo el mundo, pero no para Berlusconi. ¿Qué van a hacer sin él a partir de ahora los italianos, nuestros primos hermanos latinos? Italia era una gran potencia económica hasta que su salvador, a juzgar por las veces que le han elegido, unió a su poder empresarial de los medios de comunicación y otras empresas, incluso futbolísticas, el poder político casi totalitario; pero a cada cerdo le llega su San Martín y hoy es precisamente su día. En Italia se puede aplicar también lo de sarna con gusto no pica y pasó lo que tenía que pasar, como en Grecia, donde ocho años consecutivos de gobiernos conservadores corruptos propiciaron el caos y la retirada del pobre Papá Andreu, poniendo en jaque al euro y a la vieja Europa, aunque no es el único país en bancarrota, porque esto nos suena de algo, según Aznarín, por lo que debemos aplicarnos el cuento: "cuando veas las barbas de tu vecino afeitar, pon las tuyas a remojar.
Berlusconi era el típico triple fan: fantasma, fanfarrón y fantoche, pero la culpa no era suya, sino de quienes le votaban. No se privaba de nada el tío, incluidas grandes orgías con prostitutas de lujo, algunas de ellas menores de edad. Menudo peso le quitaron de encima para poder practicar libremente la fornicación desenfrenada a partir de ahora sin que le sacrifiquen por ello. Lo peor es que el pobre ya no está para muchos trotes, por mucho que se transplante, se tiña y se planche el pelo, pues hará el ridículo; pero seguramente pensará el dicho popular; “que me quiten lo bailao” y el que venga detrás que se estrelle intentando arreglar lo que no tiene arreglo, con tanto endeudamiento.
¡Menudo panorama nos espera, con los líderes inútiles que nos gobiernan! ¡Pobre Europa y pobre mundo!
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