Por fin un debate

Me gustó mucho más el debate de ayer que el del lunes. Si tuviera que calificar a los participantes, otorgando matrícula de honor a Rubalcaba, diría que Jáuregui es un todo terreno al que le daría el sobresaliente, el notable se lo atribuiría al soñador Anguita, bien para el chicarrón del norte, que siempre arrima el ascua a su sardina, suficiente para el mercantilista catalán y el insuficiente para el hijo de papá y demagogo, que pertenece al partido que habla de austeridad, cuando subió hasta la estratosfera la deuda de su ayuntamiento. También me gustó la predicadora canijilla y pienso que cualquiera de ellos podría ser mejor presidente que el que vamos tener la desgracia de aguantar en los próximos años. ¿Por qué tienen que alcanzar las cúpulas de las instituciones los más inútiles?

Lamento que las formaciones de Anguita y Rosa Díez salgan tan perjudicadas por el sistema electoral que tenemos, con cincuenta circunscripciones, porque con el porcentaje de votos que obtienen, deberían tener al menos diez veces más diputados. También jode mucho que con un voto de más en cada provincia para el partido mayoritario, gane automáticamente cincuenta diputados. No hay derecho y debería cambiarse la ley electoral para que las elecciones fuesen más representativas, como lo son las europeas con la circunscripción única. Pero sobre todo, deberían ser listas abiertas en todas las elecciones y veríamos adónde irían a parar la mayoría de los enchufados de los partidos, porque les lamen el culo a sus líderes.

Paciencia hermanos, si no queréis participar en las elecciones, a revolucionarse toca, pero eso es una utopía en este país.