Agonía política

El señorito, hijo de la farmacéutica de Olvera, dijo hoy que Griñán ha convocado las elecciones andaluzas para el 25 de marzo, para que no se hable del caso de los gilipollas que se gastaron parte del dinero de una subvención en cocaína. Lo que tenía que hacer la justicia si eso es verdad es hacerles esnifar coca hasta que revienten. Pero este caso me huele a pan requemado y no me extrañaría que ese desgraciado conductor haya sido sobornado por el PP para que dijese esa estupidez para añadir más leña al fuego, aunque ya no les haga falta.
Por otra parte, si los de Conveniencia i Unió votaron en contra en la investidura del Presidente del Gobierno y hoy han votado a favor de los recortes y ajustes aprobados en los últimos consejos de ministros, quiere decir que son todos lobos de la misma camada, los unos disfrazados de nacionalistas catalanes y los otros de nacionalistas españoles, cuando lo único que les interesa es su economía y la de sus amigotes. Lo que está claro es que vamos de mal en peor y esto es insoportable. La política en este país es una vergüenza nacional y da asco verles con esa prepotencia, siendo tan ineptos. ¡La madre que les parió a todos!
Lo que nos faltaba es ver estos días a los maniquíes de los trajes de Valencia con esas caras de sinvergüenzas. En escándalos mucho menos graves y vergonzosos que estos hubo infinidad de individuos que se quitaron la vida en otros países especialmente de la Europa educada. Pero en España, como ellos son nuestros salvadores, les debemos la vida y tenemos que estarles agradecidos por lo que hacen por nosotros, por eso les votamos masivamente una y otra vez, como si fuésemos sadomasoquistas. Somos rematadamente idiotas y no tenemos arreglo.