Cada día me da más pena escuchar las noticias al ver lo que hacen los políticos, pero hoy me sorprendió lo que dijeron los meteorólogos, al afirmar que este invierno puede considerarse dentro de lo normal. Pues yo les recuerdo que en los años 60 viví en Galicia temporadas de lluvia que iban desde las fiestas de San Miguel hasta que llegaba la primavera y cuando me trasladé a Catalunya recuerdo como sufríamos intensas nieblas en el Vallès durante todo el invierno, además de unas escarchas impresionantes y llovía diez veces más que en la actualidad. En cambio ahora nada de nada de lo normal y disfrutamos de un sol primaveral. Y que conste que el período del que hablo es infinitamente insignificante comparado con la vida de la Tierra, pero algo está pasando con demasiada rapidez y hay quienes no quieren reconocerlo porque no les interesa.
Hay quien afirma que lo del cambio climático es una patraña, pero si las catástrofes naturales como los terremotos o los volcanes son incontrolables, las catástrofes provocadas por el efecto invernadero debido a la exagerada contaminación, sí podrían ser subsanadas si los políticos tuvieran el poder de gobernar y no se dejaran manipular por las grandes compañías energéticas que lo echan todo a perder con su ambición desmesurada. El caso es que en tiempos de crisis, los miles de millones que se dedican a subvenciones y a paliar los desastres provocados por la climatología descontrolada, podrían dedicarse a otras cosas socialmente más necesarias, con lo que más de 1.000 millones de seres humanos no lo estarían pasando tan mal.
Señores políticos, si se sabe cómo solucionar los problemas que afectan a la Humanidad y a la Biosfera y no están capacitados para hacerlo o los poderes económicos no se lo permiten, váyanse a tomar viento y dedíquense a otra cosa, si es que sirven para algo. ¡Inútiles!
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