Black future

Hace tan sólo diez semanas, Rajoy y todos los que le rodean decían que con ellos en el poder habría confianza en la política, en los mercados y en la economía y que la cosa comenzaría a funcionar. Pero después de un mes en el Gobierno sólo nos han dado disgustos y se quedan tan panchos. Los salarios se congelan o bajan aunque todo sube, especialmente las cosas de primera necesidad; cuando las previsiones de los iluminadísimos organismos nacionales e internacionales pronostican dos años más de recesión. Nos dicen que la crisis es muy grave y nos quedamos pacientemente tranquilos. Pues que se jodan, que no han hecho nada desde la oposición para frenarla. ¿Se darán cuenta ahora de que no toda la culpa es del inútil ZP? ¡Vaya mierda de cambio hemos propiciado! Si los trabajadores que les han votado aún no están arrepentidos es que son un poco microcéfalos. Baste recordar un detalle: decían que no iban a recortar en Educación ni en Sanidad y es lo primero que hicieron, para que los que puedan pagar esos servicios universales reconocidos en la Constitución, se lleven sus hijos y sus enfermos a los negocios privados de sus amigos o de ellos mismos, cuando eso debería estar prohibido por ley.
Por otra parte, el poder judicial está poniéndose en evidencia estos días con tantos juicios a Garzón, lo que me avergüenza más que nada. ¿Por qué no inhabilitan y no meten en la cárcel a todos los corruptos, incluidos los políticos; a los prevaricadores, evasores de capital, ladrones, banqueros usureros; a hijos de perra que especulan cada hora de cada día en la bolsa, para forrarse sin producir ni un euro de beneficio para la sociedad; a “nobles” que se llevan todo lo que pueden en la palma y en maletines, a la duquesa del crepúsculo que precisa una maleta para recibir sustanciosas subvenciones u otros que necesitan el maletero de un Rolls Royce? ¿O es que son todos amigos de los ilustrísimos magistrados de la Audiencia Nacional?
Mientras tanto, la mayoría de los pringaos estamos viéndolas venir, con la esperanza de que esos ineptos y la justicia pongan orden en este desmadre. Sentaos, por favor, sino os cansaréis de esperar. Con razón decían que España es diferente. Dios dinero, ¿qué hemos hecho para merecer esto?