España siempre al revés

Visto el bochornoso espectáculo de hace dos días en el Congreso y la votación de ayer, uno siente vergüenza de ser español.

¿Cómo es posible que unas medidas de ajuste que nos imponen los Estados Unidos y Europa no sean votadas positivamente por el partido de la derecha, si es lo que ellos harían encantados inmediatamente después de llegar al poder? En cambio, es algo que no debería hacer la “izquierda” y se ha visto obligada por las circunstancias.

Tenemos un Presidente veleta, pero el aspirante es aún más inútil y no merece alcanzar a la presidencia del Gobierno, porque llega debido a los fracasos del Gobierno y no por méritos propios. Le salvan sus fieles votantes, que le siguen votando aunque sus políticos sean los más corruptos de los países civilizados, porque les gustaría ser como ellos. En cambio, la izquierda es sistemáticamente castigada en las urnas, porque sus votantes tienen más dignidad y no toleran la corrupción.

Si nos obligan a respetar las leyes o nos prohíben algo, hacemos todo lo contrario. Si nos obligan a estudiar no queremos y si el trabajo nos persigue, nosotros somos más rápidos; por eso la productividad de las empresas españolas deja mucho que desear y no es competitiva.

¿Por qué somos tan diferentes y nos creemos el ombligo del mundo, si vamos retrocediendo en todos los parámetros estadísticos? ¿Cuándo vamos a despertar y reaccionar? Tarde, como siempre.