A buena hora reaccionan los sindicatos. A Felipe González le plantaron cara con varias huelgas generales cuando más crecía España, gracias a las imprescindibles reconversiones que realizó para poner al país en funcionamiento. A Aznar también le organizaron una por lo de decretazo, para que no se les viera el plumero al estar subvencionados para mantener a cientos de miles de liberados que no saben lo que es dar un palo al agua.
Después de seis años de Zapatero en el poder, al liarla tan gorda, ahora le amenazan con paros y huelgas generales. Los sindicatos en España no tienen nada que ver con los de los países avanzados. ¿Recuerden las huelgas salvajes que le liaron los británicos a Margaret Tatcher y cómo hacen doblegar a los gobiernos cuando se propasan con la clase trabajadora, lo mismo que en Francia?
Lo que ocurre aquí es una vergüenza. ¿Cómo es posible que los sindicatos, por encontrarse en la situación actual desde
¿Por qué lo hacen? Porque no tienen ningún poder al contar con una afiliación tan ridícula que no llega al 10% de los asalariados, pero a la hora de beneficiarse de las posibles mejoras todos ponen la mano, aunque no aporten una cuota mensual del valor de un cubalibre, especialmente los jóvenes, que sí saben lo que son cubatas y drogas, pero no saben lo que es un sindicato.
Como no espabilemos, los inútiles que nos gobiernan continuarán permitiendo que los bancos, cajas, especuladores y ricos en general se forren cada día, mientras los trabajadores se empobrecen más que en ninguna otra época de la historia reciente.
CONSTANTE
España, dormida
ResponderEliminarME lo contaron anoche y creo que hoy debo contártelo amigo bloguero: Una mañana, Zapatero, Presidente del Gobierno de España, queda gratamente sorprendido al leer una noticia en la prensa: María, una joven madre española, bautiza a sus recién nacidos gemelos, niño y niña, con el nombre de Zapatero y de España. Honrado por esta circunstancia, Zapatero decide hacer una visita a la mamá en cuestión como muestra de agradecimiento. Al llegar a su casa, encuentra a María dando el pecho a Zapatero; el Presidente reitera constantemente su agradecimiento y pregunta a la madre de los gemelos: ¿Dónde está España, la hermanita de este glotón precioso que no deja de mamar? María le responde que está profundamente dormida desde hace mucho tiempo. Extrañado por la respuesta, el Presidente tiene la osadía de aconsejar a la mamá que debe despertarla y así podría tener la oportunidad de verla. La respuesta de María deja al Presidente con cara de circunstancias: Señor Presidente, no es aconsejable despertar a España porque si España despierta Zapatero dejaría de mamar.