Película de la semana

Esta semana hemos visto como el Partido Popular sigue boicoteando todas las acciones que pretende llevar a cabo el Gobierno: No quiere retirar el recurso de inconstitucionalidad del Estatut de Catalunya, ni renovar el inoperante Tribunal Constitucional y tumba el pacto educativo, entre otras innumerables desfachateces. Su líder es un individuo tan mediocre, que aún está asimilando que es el aspirante a presidente de este desdichado país y todavía no puede creerlo. Como sabe que no alcanzará el objetivo por méritos propios, desea que las cosas vayan de mal a peor para erigirse en el salvador de la situación, cuando sabe que eso será su ruina y la del país, porque con los corruptos que le rodean, tendría los días contados, si los españoles fuésemos un pueblo normal.

Como no quiero hablar de sinvergüenzas, me referiré a la película de Julio Medem, que se estrenó ayer. El creidillo director se lució hace una década en “Lucía y el sexo”, al lucir poco más que la maestría y el precioso cuerpo de Paz Vega. Desde entonces, las demás películas que dirigió ni me interesó verlas y si algún día tengo la oportunidad de ver “Habitación en Roma”, será porque soy amante de la naturaleza y la belleza, para admirar la perfecta anatomía de Natasha Yarovenko en movimiento y no en totografías retocadas con photoshop. Todo lo demás no me interesa, ni tan siquiera los operados senos de la salmantina Elena Anaya.

Lo que me extrañó mucho, fue ver ayer en un periódico casi cinco páginas dedicadas a la película, entre publicidad y comentarios. Sabemos que la publicidad es la que vende un producto en un pueblo que no tiene criterio propio y se deja engañar fácilmente, por eso estoy seguro que los buenos amantes del cine saldrán decepcionados si van a verla.

Yo tengo un proyecto de película que pondría el vello de punta y sorprendería a todo el mundo, pero como no encuentro una actriz que se atreva a interpretar un papel tan dramático ni tengo dinero, se quedará definitivamente en un cajón.

CONSTANTE