Gürtel y los 53 ladrones

Llevamos varios meses con el caso Gürtel y pasarán años hasta que todo concluya. Para entonces, como siempre, ya todos nos habremos olvidado del tema, debido a la crisis, y los implicados nos dirán que ya se les ha perdonado con el apoyo en las elecciones.
Lo curioso del caso es la defensa a capa y espada del máximo imputado, el modelo de hipocresía, cinismo y vanidad, el señor Camps. Ayer al entrar y salir del Tribunal Superior de Justicia de Valencia tuve la sensación de que era Richard Gere cuando asiste a la entrega de los oscars. Sólo le faltaba la alfombra roja. También tuve la impresión de que se trataba de Jesucristo Superstar en su entrada en Jerusalem a lomos de un burro. Sólo faltaba cambiar el asno por una asnaRita y las banderas valencianas por palmas y ramos de olivo. Hasta han hecho cuadrar allí a los guardias civiles más veteranos y a sus votantes enardecidos, como si se tratara de una estrella del pop.
Cuánta parafernalia para presionar al Tribunal y engañar a la ciudadanía. Siento vergüenza por lo que está pasando, por culpa de la lentitud de la justicia y ya que ahora mismo comienza la campaña de las elecciones europeas no pienso volver a ver la televisión hasta el día 7, para constatar el triunfo de la derecha en toda Europa y darle las gracias a los votantes de la izquierda, por ser tan pasotas e inconscientes. Ya nos hemos olvidado de todo lo que significó Europa para nosotros. Os recuerdo que sarna con gusto no pica. Seguid así y continuaremos sufriendo los nombramientos a dedo de FragAznaRaxoy forever.

CONSTANTE