Intentaré elucidarte brevemente amigo anónimo.
Durante las tres décadas que siguieron a la Guerra Civil, gran parte de los trabajadores españoles no protestaban y emigraban, o les caía el pelo. Con los Planes de Desarrollo famosos, España comenzó a crecer económicamente y explotó el Baby Boom, con varios cientos de miles de nacimientos cada año.
Con el encarecimiento del petróleo y el cierre del grifo a la emigración comenzó a haber desempleo, alcanzando los 3,5 millones al cabo de diez años de crisis.
Con las reconversiones, la planificación de la economía y la entrada de España en Europa, por fin llegó el desarrollo, pero no se alcanzó el pleno empleo, porque incluso durante las obras de las olimpiadas había en Barcelona en torno a 30.000 extranjeros trabajando en la construcción, cuando era esa la cantidad de trabajadores del sector en paro en la provincia.
Como era imposible seguir creciendo a aquel ritmo, hubo una crisis estructural que no duró ni tres años y recordarán que el desempleo creció alarmantemente, pero no porque no hubiera trabajo, sino porque las empresas aprovecharon la coyuntura, como ahora, para hacer reajustes de plantillas y eliminar los grandes salarios de los productores con nuevos contratos precarios.
Lo que ocurrió realmente es que en aquella época cumplían la edad de trabajar muchos cientos de miles de jóvenes cada año y no hay economía en crisis que pueda emplear a tanta gente sin experiencia laboral; aunque sí habían podido estudiar y formarse todos, incluso los hijos de los trabajadores y los pobres por primera vez en la historia de España, gracias al gobierno progresista. Nunca escuché al gobierno de entonces explicar este detalle. Tampoco todos los jóvenes eran partidarios de trabajar en algo para lo que no se habían formado; por lo que comenzó la avalancha del fenómeno de la inmigración, para ocupar los puestos de trabajo desagradables que ellos despreciaban; lo que propició que durante los gobiernos de la derecha, los que dijeron que España iba bien, los salarios en vez de subir se estabilizaran y hoy nos encontremos con unas nóminas medias exactamente iguales a las de finales de los 80; pasando a la historia los salarios de entonces, que sí permitían poder vivir sin estar hipotecados para toda la vida.
Recuerdo que Felipe González había congelado los salarios de los funcionarios después de habérselos subido considerablemente. Por el contrario, lo que sí propicia siempre la derecha es que sus grandes amigos: villalongas, pizarros, zaplanas, etc., abandonen sus cargos con indemnizaciones multimillonarias y sigan ganando en sus nuevos enchufes, diez o veinte veces más que un trabajador normal. En cambio, quieren que los trabajadores vayan pidiendo limosna a los empresarios, como salvadores de sus vidas.
La derecha propició siempre un desarrollo especulativo y corrupto sin control y ahora quieren cargar la culpa de la crisis a los trabajadores. Que miren hacia las entidades financieras, los especuladores de la bolsa y las grandes multinacionales de servicios. Es una vergüenza que digan que hay que abaratar el despido y bajar los salarios, cuando se debe hacer todo lo contrario y repartir el trabajo existente, para que no haya cada día más indigentes. ¿Por qué no comienzan predicando con el ejemplo? ¿Se creen que no van a morir nunca? Y le digo lo mismo a los que disfrutan el turno de gobernar, que tampoco se privan de nada. Se les está viendo el plumero a todos. ¡A ver si revientan!
Hoy dice El País que el PP aventaja al PSOE en más de un punto y es cierto, pero por la bajada del apoyo al PSOE, porque el PP tiene siempre los mismos votos seguros, lo haga bien o mal, tanto en la oposición como en el gobierno. Es lo que hay.
CONSTANTE
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