No entiendo por qué los sufridos españoles no podemos ver partidos de fútbol como el de ayer sin pagar. Pronto tendremos que pagar hasta por el aire que respiramos.
A pesar de que nunca me gustó el fútbol, tuve que ver el Madrid-Barça por Internet y el de ayer lo escuché por la radio y vi las imágenes por una canal alemana a través del satélite Astra. Suponía de antemano que el Chelsea se encerraría atrás, como así fue. Eso no es espectáculo futbolístico y por eso no merecieron ganar, aunque el Barça apenas haya podido disparar a puerta ante tanta barrera humana, pero hubo justicia divina al final. Gracias, Andrés.
He de reconocer que ahora me interesa el Barça, sólo por sus jugadores y el entrenador y creo que merece ganar las tres competiciones en las que está implicado. Esto es algo histórico que será difícil de olvidar, incluso para los que pasamos del fútbol. Lo peor vendrá cuando cuenten con muchos fantasmas internacionales que van de dioses y dejen de ser un equipo de jóvenes humildes como la mayoría de los de ahora, a pesar de los millones que ganan.
Otro acontecimiento que pasará a los anales de la Historia es el relevo de Lehendakari en Euskadi. Los que juraban por Dios y sólo pensaban en el dios dinero, les toca ahora estar en la oposición. Estuvieron casi treinta años a Dios rogando y con el mazo dando y por fin, la justicia divina hizo que la alternancia en el poder sea algo normal. Que no se sean jodíos y no se rasguen las vestiduras, porque nadie es imprescindible, por mucho pedigrí que tengan. Los datos estadísticos sobre Euskadi que salieron ayer en El País, demuestran que allí no van a tener tantos problemas para salir de la crisis, como en el resto del país. Ya quisiéramos los catalanes tener sus privilegios y no el déficit fiscal que nos tendrá arruinados para toda la vida.
CONSTANTE
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