Madrid-Barça

El éxito del Barça hoy en Madrid en la fiesta de su comunidad merece un comentario.
Los primeros televisores que llegaron a Galicia coincidieron con la época dorada del Madrid, las cinco Copas de Europa y he visto muchos partidos. Recuerdo al Dr. Pirri, que cuando marcaba un gol ni lo celebraba y corría al centro del campo para continuar rápidamente. Era inteligente.
En los últimos treinta años nunca me preocupé del fútbol, porque los grandes clubes funcionan como verdaderas mafias y no soporto el fanatismo que produce esta droga del pueblo. De todas formas, también recuerdo la época del Dream Team del Barça de Cruiff, cuando un periodista dijo que Guardiola era un jugador culto, que incluso leía libros. Porque era inteligente, sigue siéndolo y eso se nota.
En España es complicado tener jugadores sibaritas del balón, porque no pueden pasar toda la niñez y la juventud practicando como en los países del Tercer Mundo, por razones obvias, como los estudios y otras actividades. Pero cuando en un equipo como el Barça se unen la juventud, la ilusión y la inteligencia de Xavi, Iniesta, Messi o Puyol, los resultados positivos tienen que llegar tarde o temprano.
Durante esta semana he escuchado hablar tanto de este partido, que cuando me enteré que no lo televisaban en abierto, me entró la curiosidad, porque tenía la convicción de que el Barça ganaría, aunque fuese por la mínima, porque se lo merece. Entonces, como yo voy siempre contra corriente y no nunca me dejo arrastrar por ella, conecté el ordenador y he visto el partido por Internet a toda pantalla de veinte pulgadas. Fue la primera vez que lo hice y aún no lo puedo creer, pero valió la pena.
Me agradaría que nuestro equipo llegase a la final de las tres competiciones, porque Catalunya lo está pasando muy mal económicamente y mientras los ciudadanos disfrutan con el Barça se evaden momentáneamente de los problemas de financiación, la parofobia y tal y tal, Pascual.

CONSTANTE