domingo, 31 de mayo de 2009

Día de las Fuerzas Armadas

Hoy he visto un resumen del día de las Fuerzas Armadas y como militar obligado a finales de los 60, he recordado como fue evolucionando el ejército en nuestro país.
Gracias a la democracia, hace casi treinta años unos mozos insumisos y objetores de conciencia se opusieron a cumplir el servicio militar obligatorio, por lo que han sufrido incluso penas de cárcel. Pero ha valido la pena, porque han contagiado a otros jóvenes y veinte años después el Gobierno de turno no tuvo otra opción que convertirlo en profesional. No sé cual de los dos resulta más eficaz ni cual es el más costoso. Eso sí, en la exhibición de hoy hemos podido ver lo pintoresco que es, la larguísima historia que tiene y lo orgullosos que estamos de él la mayoría de los españoles. Lo que más me encantó fue ver chicas entre la tropa y una mujer joven e inteligente al frente del ministerio de Defensa. Debería cundir el ejemplo en todas las instituciones del país y del mundo, tanto políticas como empresariales y otro gallo nos cantaría, sin tanto mongólico impresentable. Creo que soy uno de los pocos españoles que desea ardientemente la liberación total de las mujeres, el fin de su discriminación, su triunfo definitivo y las admira sin ningún tipo de envidia.
A lo largo de la historia, nuestra península ha sido invadida por infinidad de pueblos del continente europeo y del norte de África, pero hoy en día el peligro de invasión ya no viene ni del sur, porque los que nos quieren invadir ya están aquí trabajando incluso con más cantidad de población que durante su dominación que duró siete siglos y terminó en 1492.
Me pregunto: ¿Para qué nos sirve un ejército tan vistoso si resulta ser una sangría para el país? Sé que hoy en día no podemos prescindir de él, pero dada la coyuntura mundial con la globalización de todo lo globalizable, hasta la estupidez humana, ¿por qué no se crea un ejército mundial bajo el mandato de la ONU, para meter en vereda a todos los dictadores que masacran incluso a sus propios pueblos y poner orden en Corea del Norte y otros países que nos quieren complicar la vida con el peligro de un más que probable conflicto atómico?
En las grandes guerras convencionales de finales del siglo XX y principio del tercer milenio pintaron muy poco las infanterías, que es con lo que más contamos en España. Sí que es posible hacer realidad lo del ejército global, tal como explico en mi último libro, pero si las fábricas de armamento y las guerras son un negocio descomunal para Estados Unidos, que impone su hegemonía en la OTAN y en el mundo, no hay nada que hacer y estaremos siempre a merced de mercaderes corruptos y sin escrúpulos.

CONSTANTE

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