Kaleborroka en Barcelona

Todo el mundo considera que Barcelona es una de las capitales más cosmopolitas del mundo. Lo que no me extraña, si hay inmigrantes de todos los países.

Lo que me revienta de esta ciudad es que en cada fiesta, celebración, manifestación o huelga, siempre haya unos centenares de animales salvajes que aprovechan la ocasión para destrozarlo todo, con lo que cuesta eso al erario público. Se autodenominan antisistema, pero a ninguno se le ocurre ni una sola idea para cambiarlo y sacarnos del atolladero en que nos han metido los políticos inútiles, manipulados siempre por los que poseen el capital. En realidad son unos energúmenos radicales, ladrones, vagos impresentables, sinvergüenzas o tarados mentales, que luego dirán sus familiares y abogados defensores que pasaban por allí por casualidad, como cada vez. Si repiten siempre la misma historia, ¿qué hacen Hereu y Saura? ¿Es qué acaso son amigos o familiares de sus vecinos importantes?

Si en Barcelona hay tres fuerzas de seguridad y no son suficientes para meterles en vereda y poner orden, que recurran a la experimentada guardia civil y les metan caña como se merecen esos malcriados y ya verían cómo en la siguiente ocasión se lo pensarían. Esto es una mierda desde que los jóvenes no tienen que hacer la mili obligatoriamente y desde entonces ya nadie sabe lo que es disciplina, educación o cultura. Con personal así en cada barrio del país, no tenemos solución y la crisis será eterna; porque no sé si es peor la crisis económica que tanto nos agobia o la crisis moral de la sociedad, que empeora cada día que pasa.

CONSTANTE