Mazinguer XVI

Hace once años Stephen Howkings dijo en un libro que la existencia de Dios era compatible con la Teoría de la Evolución, pero en el último publicado este año asegura que Dios no existe. Eso lo sabía yo desde la adolescencia y más cuando el cura de mi parroquia me lo confirmó, diciéndome que si iba a comulgar cada año para que él me viera, mejor que no lo hiciera, por eso me libré desde entonces.

Los primeros homínidos adoraban al Sol como fuente de vida y los dioses y las creencias fueron evolucionando y multiplicándose a lo largo de la Historia. Existen grandes religiones, consideradas universales que son una rémora para la sociedad, pues coartan descaradamente la voluntad y libertad de sus adeptos. No hay ni una, ni grande ni pequeña, que se salve, porque son totalmente innecesarias si ninguna de ellas está a favor de los avances científicos y sociales. Funcionan como verdaderas mafias, de manera dictatorial y prepotente, gracias a la ignorancia de los pueblos a los que someten. Y si consideran que hacen muchas obras sociales, que se transformen en ONGs como otras miles que existen ya en todo el mundo.

Tenemos que reconocer que las más grandes, como la cristiana, la musulmana o las orientales han creado un patrimonio de obras fantásticas que persisten con el paso de los siglos y los milenios, pero por todo lo demás son nefastas para los pobres que se dejan engañar.

Lo que no entiendo es cómo muchos países se endeudan para organizar visitas de papas, como si fuesen el mismo Dios que les menea y que esos líderes espirituales sean más pederastas y pedófilos que la gente sencilla e ignorante. Habría que escupirles en la cara en vez de ir a aclamarles en plan borrego.

Estos días se habla mucho de la próxima visita del Papa al Reino Unido, en cuyos actos los feligreses han de pagar. Me encanta que los ingleses actúen totalmente al contrario que el fánatico pueblo español. Ya veréis como en las visitas del Papa a Santiago y Barcelona y posteriormente a Madrid, se creerá el rey del mambo, aunque su rostro no irradie un alma noble; sino no se entiende su silencio ante los miles de vergonzosos casos de pederastia por parte de miembros de su iglesia. O todos moros o todos cristianos; por lo que esos desalmados deben pagar como cualquier delincuente que roba para sobrevivir. ¡Joder, qué mundo! No tiene arreglo.

Si el Papa pasase delante de mi casa no haría nada por verle, aunque me pagaran. Esta es la diferencia de un ateo nacido en Teo y otros que se dejan comer el coco por esos vividores que han intentado condicionarnos toda la vida, tan sólo por su bien y para llenar sus asquerosas panzas y sus carteras. ¿Cómo pueden predicar una cosa y hacer todo lo contrario? ¡Vaya ejemplo que dan! Menos mal que van de cultos y educados.

CONSTANTE