Reforma Laboral

Hace más de medio siglo, el franquismo promulgó la Ley de Vagos y Maleantes, cuando prácticamente no existían, porque si no tragaban las condiciones de trabajo impuestas por los patronos, debían emigrar irremediablemente. Pero hoy, cuando hay más vagos y maleantes que nunca, desgraciadamente no existe la ley, siendo más necesaria que los muros de los cementerios, las construcciones más inútiles realizadas por los humanos, porque los que están dentro no pueden salir y los que estamos fuera no queremos entrar.

Hoy se aprobó en el Congreso la última Reforma Laboral, que no servirá para nada, porque la patronal hizo, hace y hará siempre lo que le da la real gana, al tener la sartén por el mango; por eso es innecesaria la ley, lo mismo que los mencionados muros. Resulta curioso que la mayoría de los que trabajan les gustaría dejar de hacerlo y que la mayoría de los que no pueden les gustaría trabajar. De todas formas, hay individuos que no dan palo al agua ni lo darán nunca, porque hasta los perros tienen derecho a la vida y la sociedad les ha de proteger y mantener. Es una opción por la que optan infinidad de individuos parásitos, a los que hay que dárselo todo hecho.

Con la escasa representatividad de los sindicatos, por la poca solidaridad de los trabajadores, cuando todos ponen la mano a la hora de recibir los avances sociales conseguidos por los mismos, el país nunca podrá funcionar bien. Estoy seguro que la huelga general convocada para el día de San Miguel será un fracaso total, porque los sindicatos no merecen triunfar, siendo totalmente inútiles al estar subvencionados por el Estado; pero sí debería ser un varapalo para el Gobierno, por ineficaz. La convocatoria fracasará, porque la mayoría de los trabajadores, especialmente los más o menos jóvenes, están hipotecados para toda la vida y no pueden permitirse el lujo de perder un día de trabajo si quieren llegar a fin de mes.

Yo nunca hice huelga, ni estuve de baja por enfermedad ni accidente en cincuenta y un años de vida laboral, pero a partir de ahora seré constantemente un vago. Lo siento mucho por los que tienen que trabajar para enriquecer a los buitres carroñeros de la sociedad y a la dirigentuza que elegimos inconscientemente sin reflexionar, para que nos gobiernen.

CONSTANTE