¿Y ahora qué?

La huelga esta ahí, y poco o mucho en su número y en su dimensión, es una realidad.

El país esta hecho unos zorros, paro, delincuencia, terrorismo, emigrantes hasta en la sopa, sueldos miserables, situación laboral precaria, cientos de miles de mileuristas, millones de jóvenes "ni" - "nis", alquileres por las nubes, cero euros en créditos, cierre de empresas a diario Deslocalización de multinacionales, cero ahorro familiar, nula espectativa de trabajo digno o indigno. Y sigue, y sigue…

El gobierno entre tanto en la Bahía de Cochinos, cercado por sus amigos, criados y demás "zerolos"; dictando leyes, decretos y demás tonterías que nadie hace caso. Muchas de las premisas que dicta, algunos días después las tiene que congelar, retirar o transformar; es decir: envainársela sin vaselina. Con semejante forma de deshacer política quién respeta semejante familia de trapisondistas.

Adónde vamos, sin política interna que no sea la de mantenerse esperando el milagro del Santo Inútil de turno, a ver si escampa, a ver si encanta a las serpientes del desierto patrio en el que se puede convertir este país.

Sólo queda que alguien desde dentro del partido de un golpe en la mesa y lo envíe a casa con sus góticas hijas y su actriz londinense. Cuanto antes lo haga, antes dejará de sufrir este pálido país las insensateces de este iluminado de los cojones. Ya no hace gracia, ni tiene gracia y vive gracias a que ha desmontado todos los filtros que existían para llegado el caso de que algún inútil como él se hiciese con el poder.

Un descontento que aumenta cada día, Borjas.

Solana y Montse Tura al PODER.