Líderes de aquí y de allá

Hace unos meses, el chulo y engreído profesor Neira dijo que le daba vergüenza ser español. La verdad es que visto cómo va el país da un poco de pena. Y más cuando en medio de las noticias de hoy vemos las primarias del Partido Laborista británico, en las que ganó por un sólo punto uno de los hermanos que se presentaban. Esa sí que es una democracia y no la española, en la que los impresentables líderes nombran a dedo a todo tipo de candidatos o proponen a los estómagos agradecidos del partido, para que le laman el culete y le digan siempre sí wuana.

Hace cuarenta años comencé a estudiar inglés, por si tenía que salir pitando del país antes de que muriese Franco. Fue entonces cuando me interesé por la forma de vida de los considerados snobs británicos, a los que admiré siempre por su refinada educación y cultura; incomparable con la del pueblo español llano.

Volviendo a la palestra de los políticos, ya me gustaría que los líderes españoles fuesen como los británicos, aunque hubo alguna muy de derechas y alguno que ejercía de lameculos de Bush, pero vistos los políticos actuales, tanto en el gobierno como en la oposición, auguro que Gran Bretaña no tendrá muchos problemas para salir adelante en el futuro. En cambio en España, con lo que contamos y con lo que puede venir, lo tenemos muy crudo y ya podemos ir apretando el cinturón aún más.

Aquí no tenemos término medio: o estamos a la cabeza en solidaridad, como en donación de órganos, a la cabeza en consumo de drogas o en paro y a la cola en educación, formación y cultura.

Si un pueblo ignorante no sabe de dónde viene ni a donde va, es imposible salir de la crisis. Menos mal que tenemos a Belén Esteban para entretenernos.

CONSTANTE